viernes, 20 de septiembre de 2013

Ante la victoria del 23s y el comienzo del curso

Ayer se anunciaba que el acto programado para el día 23 de septiembre en el que el Príncipe y el ministro Wert acudirían a a Zaragoza a inaugurar el curso académico que dio comienzo el día 16 de septiembre se había cancelado debido al miedo del rector por el rechazo causado entre el movimiento estudiantil y de los y las trabajadores de la educación, con un fuerte apoyo del resto de movimientos populares. Tanto el ministro como la Casa Real han rechazado dar la cara ante un pueblo indignado debido a las políticas neoliberales que se han venido desarrollando en la educación pública. Entre éstas políticas cabe destacar un recorte en becas que provocan un descenso de 8.000 alumnos en las matriculaciones y dejan a otros 80.000 en riesgo de ser expulsados por no poder costearse unas matrículas cada vez más elevadas. A ello debe sumarse la implantación de la LOMCE, el fin de las políticas de gratuidad de libros, el aumento o instauración de tasas en Formación Profesional o el despido masivo de personal educativo. Todas ellas políticas que suponen un ataque directo contra la calidad de la educación que recibe el pueblo trabajador.
 
Queda demostrado que la organización estudiantil a la hora de dar una respuesta contundente ha servido para evitar que aquellos que pretenden hacer de la educación un negocio pisen una universidad convertida en su corte. Solo organizándonos para luchar conseguiremos las soluciones a los problemas que el capitalismo va dejando a su paso.
 
Desde el Frente Estudiantil y Social esperamos que este curso sea un auténtico punto de inflexión. Hasta ahora el movimiento estudiantil sólo ha podido resistir mientras dábamos pasos hacia atrás.Que la tendencia se invierta y comencemos a avanzar depende de nuestra capacidad de organización y acción. Para ello el movimiento estudiantil debe dotarse de una estructura fuerte y amplia, basada en las asambleas por facultad, que pemita mantener una gran movilización y, por otro lado, de demandas encaminadas a un proyecto educativo al servicio del pueblo.
 
Por ello, este año seguiremos participando activamente en el movimiento estudiantil ofreciendo nuestras alternativas libertarias de organización y de proyecto de educación, siendo conscientes de que una educación verdaderamente al servicio del pueblo solo podrá obtenerse cuando el propio pueblo sea capaz de hacerse cargo de la misma y gestionarla sin un Estado que se ha retratado como garante de los intereses de la banca y la gran empresa.
 
Debemos afrontar igualmente las perspectivas de una próxima huelga estudiantil que debe servir para aumentar nuestra capacidad de organización y de dar respuesta, más que para que ciertos colectivos estudiantiles amigos del régimen hagan el teatro. El baile de máscaras ha terminado y solo nos queda la lucha o el abismo al que pretenden condenarnos.

¡A crear fuerza estudiantil!
¡Ni príncipes ni bufones!
¡Venceremos!

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